Ética, tecnología y los contadores en la era digital

El cambio está aquí, y se avecinan más, para la profesión contable. Las nuevas tecnologías están impulsando ese cambio. Esto no es nada nuevo: la profesión se adaptó y prosperó durante el siglo pasado de revolución tecnológica. Pero el éxito no es un hecho. La profesión lo logrará solo con respuestas completas y reflexivas a los desafíos de hoy y preparación para los que vendrán.

La importancia de la ética en el trabajo de los contadores profesionales no cambiará con los tiempos, pero la aplicación de la base de la profesión en la ética tomará diferentes formas. A medida que economías y sociedades enteras se digitalizan, las funciones financieras del contador profesional, tradicionalmente cargadas de datos, están adquiriendo una escala y un nivel de complejidad que en muchos casos superan lo que los contadores profesionales, o cualquier persona, han sido capacitados para manejar. Las expectativas para la profesión continúan creciendo. La profesión y las competencias básicas de los contadores individuales deberán evolucionar para seguir siendo relevantes.

Para adaptarse bien, la profesión debe plantear las preguntas adecuadas y encontrar respuestas sólidas. Y allí donde la incertidumbre dificulta la búsqueda de respuestas, la profesión debe continuar este diálogo con urgencia y concentración.

Estos esfuerzos están en marcha. La educación en contabilidad es una prioridad estratégica para IFAC. Estableció un enfoque integral e integrado para responder a los desafíos y oportunidades de la educación contable en 2019. Se incluye un resumen reciente en «Progreso del nuevo enfoque de IFAC para promover la educación en contabilidad». IFAC organizó una cumbre mundial virtual de cuatro días, “El Contador anticipatorio: Tendencias globales que transforman el aprendizaje y el desarrollo”, del 16 al 19 de noviembre de 2020, que se centró en tres temas generales: tecnología, medio ambiente y sociedad.

El Consejo de Normas Internacionales de Ética para Contadores (IESBA) está ejecutando su Iniciativa Tecnológica, que incluye el objetivo de identificar las posibles implicaciones éticas de los desarrollos tecnológicos sobre la solidez y relevancia de los principios fundamentales y los estándares de independencia en el Código Internacional de Ética para Contadores Profesionales ( incluidas las Normas Internacionales de Independencia) (el Código), así como las formas en que se podrían utilizar las tecnologías para respaldar y mejorar el cumplimiento. Presentó un informe en diciembre de 2019, sentando las bases para una respuesta sustantiva y oportuna a los desafíos éticos y de interés público que plantea la transformación digital. Más recientemente, IESBA ha establecido un nuevo Grupo de Trabajo para acelerar el desarrollo de guías para ayudar a los contadores y auditores a navegar los desafíos de ética e independencia más urgentes que surgen de las tecnologías en evolución. Durante su reunión de marzo de 2021, el IESBA aprobó el Término de Referencia para este nuevo Grupo de Trabajo y determinó un nuevo cronograma para su Borrador de Exposición de Tecnología.

En octubre de 2020, la IFAC convocó a un grupo de más de 30 personas que representan a organizaciones profesionales de contabilidad, empresas, contadores en el ámbito empresarial, académico y emisores de normas internacionales de todo el mundo. En la agenda estaban el ABCDE de la era digital (Inteligencia artificial y automatización de procesos robóticos, Blockchain, Cloud, Data y Ética) y el cumplimiento del Código en estas nuevas condiciones.

Su discusión incluyó tres temas definitorios:

– ¿Cuánto debería cambiar el Código en respuesta a los avances tecnológicos?

– ¿Quién es responsable de las cuestiones éticas que no se encuentran claramente en el ámbito del mandato ético tradicional del profesional de la contabilidad?

  • ¿Cuánto deben saber los contables profesionales sobre las nuevas consideraciones sobre las TIC que superan las competencias básicas tradicionales?

La conversación fue fructífera y seguramente continuará. Las siguientes son conclusiones clave del evento.

¿Cuánto debería cambiar el Código y qué apoyo podría ser útil?

Los participantes estuvieron de acuerdo en que el Código proporciona una guía basada en principios de alto nivel para la mayoría de las cuestiones de ética relacionadas con la tecnología. Si los requisitos del Código deberían cambiar, y cuánto deberían cambiar, fue tema de un debate más largo.

Algunos participantes opinaron firmemente que el Código debería cambiar muy poco o nada en absoluto. Argumentaron que cuanto más detallado y específico se vuelve el Código en cuestiones de ética y tecnología, más rápidamente los avances tecnológicos harán que el Código quede obsoleto. Expresaron la preocupación de que hacer el Código más específico podría socavar la adopción e implementación global al estimular a las jurisdicciones a crear excepciones por sí mismas.

Algunos argumentaron que los contadores profesionales no enfrentan problemas éticos sustancialmente diferentes, sino más bien, nuevas circunstancias bajo las cuales deben aplicar el Código actual. El robo sigue siendo un robo incluso cuando se roba información, en lugar de bienes físicos. En la misma línea, la profesión necesita encontrar nuevas formas de hacer esencialmente las mismas cosas. Un practicante, por ejemplo, no necesita desarrollar nuevos servicios cuando son suficientes las nuevas formas de brindar los servicios existentes.

Ofrecer estudios de casos surgió como una forma popular de avanzar. En lugar de centrarse en los cambios del Código, la profesión podría satisfacer la demanda de orientación sobre nuevos temas de ética en la tecnología al discutir los matices y las preguntas abiertas en torno a aplicaciones específicas de los principios del Código a situaciones de la vida real. La presentación de orientación no autorizada a través de estudios de casos y otros materiales podría ayudar a los profesionales a interpretar y aplicar el Código.

¿Quién es responsable?

A medida que los negocios se vuelven más complejos con la digitalización y los avances tecnológicos, surgen preguntas sobre la dependencia excesiva de la tecnología.

Los sistemas artificialmente inteligentes suscitaron preocupaciones excepcionalmente amplias y profundas. La lógica de un sistema para producir una determinada salida puede ser clara solo para su desarrollador, o solo para personas con un conocimiento técnico extremadamente sofisticado que coincida con el del desarrollador. Algunos sistemas, especialmente aquellos que cuentan con aprendizaje automático, pueden dar resultados que incluso su desarrollador no puede explicar. Un participante preguntó: «¿Cómo se hace responsable de algo sobre lo que no tiene control?» Eventos históricos extremadamente perturbadores, como la pandemia de COVID-19, hacen que depender de estos sistemas sea aún más desafiante: debido a las irregularidades en los datos, los sistemas que aprenden a través de algoritmos podrían ser, según un participante, «técnicamente correctos pero profesionalmente incorrectos».

El grupo enfatizó que una mayor dependencia de la tecnología en la toma de decisiones planteará dilemas relacionados con los requisitos existentes del Código sobre la dependencia de otros, y que estos dilemas merecen un estudio más a fondo. Mantener el juicio profesional, según algunos participantes, requiere que el contador profesional juzgue la confiabilidad de un sistema dado solo con una comprensión completa de la organización.

¿Cuánto debe saber el contador profesional?

La necesidad de una base en habilidades e ideas que permitan el crecimiento, como el compromiso con el aprendizaje permanente, el escepticismo profesional y la colaboración dentro de un modelo multidisciplinario, fue una de las conclusiones más enfáticas del grupo. Uno de los menos importantes entre estos conceptos es la ética profesional. El llamado de la IFAC de enero de 2020 a las partes interesadas para que vuelvan a imaginar al futuro contador coloca al individuo en el centro de la preparación para el futuro y, como resultado, destaca la responsabilidad de cada contador profesional por el aprendizaje permanente y el desarrollo profesional que permitirá el éxito en la era digital. Un enfoque pasivo basado en el cumplimiento debe dar paso a un enfoque activo adaptado a cada individuo.

La experiencia en TIC es cada vez más importante para el contador profesional en la era digital. Por un participante: «¿Cómo saben los contadores profesionales lo que no saben?» La educación y la capacitación que ayuden al contador profesional a mantenerse al día con los desarrollos tecnológicos serán cruciales, y algunos miembros del grupo sugirieron que las organizaciones profesionales de contabilidad (PAO) deberían desempeñar un papel importante en su provisión.

El grupo acordó que cuánto debe saber un contador profesional variará según la función. En un rol, el contador profesional puede necesitar las habilidades necesarias para interrogar, sintetizar y analizar datos, mientras que otro rol puede requerir las habilidades necesarias para colaborar con los científicos de datos. Para algunos participantes, era esencial que los contadores profesionales, independientemente de sus funciones, sepan lo suficiente para comprender lo que se dice, hacer las preguntas correctas a quienes proporcionan datos y dar sentido a los datos para ayudar en la toma de decisiones. Un participante dijo: «El contador profesional no puede levantar las manos y decir ‘la máquina me lo dijo’ … [y] no puede aceptar datos sin comprender la lógica subyacente sin aplicar competencias habilitantes como el pensamiento crítico, el escepticismo profesional, el juicio profesional”.

 

Fuente: https://www.ifac.org/

Share this post