No es exactamente una palabra nueva, pero “zoom” ha adquirido un significado completamente nuevo desde el comienzo de la pandemia y las órdenes generalizadas de quedarse en casa.

La aplicación de videoconferencia Zoom se ha vuelto casi tan dominante como el virus mismo; millones de trabajadores, amigos y miembros de la familia ahora lo usan a diario para comunicarse bajo las normativas del distanciamiento social.

Naturalmente, cada vez que hay un avance tecnológico que se vuelve enormemente popular, los hackers no se quedan atrás. En el caso de Zoom, eso ha resultado en lo que se conoce como bombarderos Zoom: aquellos que tienen la intención de entrometerse en las reuniones de Zoom en las que no tienen negocios, generalmente para interrumpir con contenido de audio o video objetable. También ha habido casos en que los piratas informáticos han utilizado Zoom para obtener las credenciales de inicio de sesión de los usuarios y otra información o utilizaron la plataforma Zoom como un vehículo para plantar malware o virus en las computadoras o servidores de los usuarios.

1. Utilice siempre una contraseña de reunión.

Esto pronto será obligatorio en la plataforma Zoom, pero incluso antes de que eso suceda, siempre debe configurar una contraseña para cualquier reunión que organice con sus clientes. También debe evitar iniciar sesión como participante en una reunión de Zoom donde no se requiere una contraseña. Esta es la mejor defensa individual contra los hackers.

2. Habilite y use la sala de espera virtual.

Esta opción, ubicada en “opciones avanzadas” cuando configura una reunión, requiere que los asistentes ingresen a una sala de espera virtual. El anfitrión de la reunión puede ver quién está listo para unirse a la reunión y puede dejarlos entrar, sacarlos de la sala de espera (lo que los mantiene fuera de la reunión) o enviarles un mensaje. Esta opción también permite que el anfitrión de la reunión mueva a un participante a la sala de espera si comienza a actuar de manera inapropiada, algo así como el rincón del tiempo de espera con niños que se portan mal.

3. No publique enlaces a reuniones virtuales en línea o en las redes sociales.

Detalles cómo los números de identificación de la reunión y las contraseñas solo se deben compartir por correo electrónico directo o invitaciones automáticas de calendario a los participantes. Cualquier persona con el número de identificación de la reunión puede intentar unirse a la reunión, por lo tanto, asegúrese de que solo sea para aquellos que se supone que deben participar.

4. Si es el organizador, tome el control de la interacción de los participantes.

El icono aparece en la barra de herramientas en la parte inferior de la pantalla Zoom, con forma de insignia. Permite al organizador de la reunión controlar qué participantes pueden compartir su pantalla y también permite que el organizador bloquee la reunión para que nadie más pueda unirse, incluso si tienen el ID y la contraseña de la reunión.

5. No permita que se graben reuniones virtuales sin su permiso.

Las reuniones grabadas se pueden volver a publicar en sitios web públicos como YouTube. La mayoría de las veces, no debe permitir que el anfitrión o cualquier otra persona grabe la reunión. Si hay una razón convincente para que se registre, debe tener pleno conocimiento y dar su consentimiento específico.

La tecnología en línea nos ha ayudado a sentirnos menos aislados durante el bloqueo del coronavirus. Pero todos aún debemos recordar la importancia de proteger nuestros datos e información personal de los malos actores que aprovecharán cualquier vulnerabilidad que puedan explotar.

Fuente: https://www.financial-planning.com